sábado, 15 de septiembre de 2012

¿Que hacer, cuando no sabes que sentir?

No sé como empezar. Creo que por el principio sería una buena idea, pero en realidad no sé cuando comenzó todo. No sé en que momento su sonrisa me sacó otra a mi por primera vez, ni sé cuando empecé a preocuparme por él. Sólo sé que lo hago.
Tampoco sé cuando me empezó a encantar esa carita de pillo que pone cuando está apunto de decir algo que sabe que me molesta. Ni cuando esas bromas suyas se hicieron necesarias en mi vida.
Tengo miedo, miedo de sonreír porque el sonría, miedo de que me guste que me moleste y miedo de reírle las bromas que no tienen gracia.
No sé que hacer, ni que sentir.
Estoy inmersa en un mar de nubes, del que no sé como escapar. Estoy en el cielo, pero al mismo tiempo me puedo caer, no hay nada que me sujete en el aire pero también se que no me va a pasar nada malo, porque ahí va a estar él tendiéndome su mano.
Esto no va a funcionar.
Ni si quiera sé si él siente lo mismo, no sé si el tiene esas mariposas en el estómago revolviéndose como locas al saber que nos vamos a ver.
No sé si dedica tan sólo 10 segundos al día en pensar en mi, cuando yo no puedo parar de hacerlo.
No sé, si él siente la necesidad de sonreír cuando me mira a los ojos.
No sé si habrá pasado alguna noche en vela, preguntándose si esto no es una locura.
Lo que si sé, es que aunque él sienta lo mismo y me sintiera la chica más feliz del mundo, sé que esto no va a funcionar.


No hay comentarios:

Publicar un comentario